Alexandra Cruz Ritter | Nutricionista-Dietista
Durante la primavera y los meses de verano, la mayoría de las personas se enfocan en la imagen corporal, queriendo lucir un cuerpo...
Durante la primavera y los meses de verano, la mayoría de las personas se enfocan en la imagen corporal, queriendo lucir un cuerpo en forma, haciendo lo que sea necesario, y acudiendo a “dietas milagros de temporada” y/o productos dietéticos para perder peso; sin importar las carencias nutricionales y futuras enfermedades a lo que esto nos conlleva. Estas dietas sin evidencia científica que las respalde, se ofrecen para todo tipo de público, sin importar las alergias y/o posibles intolerancias individuales, lo que evidencia sus peligros para la salud: déficit de vitaminas y minerales que puede derivar en anemias, osteoporosis y calambres; déficit de rendimiento, etc.
Independientemente de si la persona quiere perder peso, tonificar la musculatura, o mantenerse en un peso saludable, los nutricionistas recomendamos estar alerta ante productos dietéticos y dietas no equilibradas, evitando el tratamiento no supervisado, los ayunos prolongados, el “no comer” y/o la prohibición de gran número de alimentos. Es importante hacer énfasis en que seguir una dieta no es cuestión de pasar hambre, sino de individualizar y personalizar un plan alimentario de acuerdo a los gustos y preferencias del paciente, cubriendo todas las necesidades nutricionales diarias, manteniendo el apetito y favoreciendo el equilibrio emocional.
Algunas recomendaciones generales
• Repartir la alimentación en 5 comidas al día (tres comidas principales, más almuerzo y merienda)
• Comer todos los grupos de alimentos para que sea una dieta balanceada y equilibrada (1: leche y derivados, 2: carne, huevos y pescados, 3: tubérculos, legumbres, 5: verduras y hortalizas, 6: frutas, 7: pan, pasta cereales, 8: grasas saludables: aceite de oliva, frutos secos.
• Desayunar cada día y no saltarse ninguna comida.
• Acompañar la comida y la cena siempre con vegetales y una fruta de postre
• Tomar 3 piezas de fruta al día
• Beber mínimo 2 litros de agua al día
• Mantenernos activos y realizar 40 minutos diarios de actividad física
• Disminuir el consumo de bollería industrial, azúcares simples, embutidos y alimentos fritos o rebozados.