Alberto Pagán | Cirugía General y Aparato Digestivo
Mucha gente se dedica a “esto de las dietas”. Y mucha gente piensa que las dietas son para las personas gordas. Sin embargo, esto está lejos de la realidad.
Se dice que hasta un tercio de los hombres y mujeres del mundo occidental tienen sobrepeso. No obstante, dos veces más creen que pesan más de lo que deberían. Pensar que uno tiene sobrepeso es más común en mujeres de peso normal que en hombres. Por otra parte, no sólo estas personas de peso normal creen que pesan demasiado, muchos también tienen vidas que de alguna manera son condicionadas por la preocupación por el peso.
La dieta es muy común y las personas “de todos los pesos” están tratando de perder peso. En 1980, el Dr. Jeffrey y sus colegas de la Universidad de Minnesota encuestaron a 2000 personas. Según los encuestados, el 72% de las mujeres a dieta y el 44% de los hombres nunca había tenido sobrepeso. Este hallazgo se ha replicado en muchos otros estudios. A saber: que muchas personas, en particular las mujeres, creen erróneamente tener sobrepeso y al menos una de cada dos mujeres que no tienen sobrepeso ha intentado hacer dieta.
Varios factores “populares”
La popularidad de la dieta es alimentada por varios factores, siendo el primero una aversión global a la gordura. Esta actitud se establece en una edad muy joven. Los escolares de un estudio mostraron una mayor aversión a tener sobrepeso que estar ciegos o lisiados físicamente. Incluso los niños de 8 años están restringiendo su ingesta de alimentos y en los de 15 uno de cada tres ha estado en una dieta.
El segundo factor de popularidad de las dietas es una industria de adelgazamiento de millones de euros que crece cada vez más en inventivas para persuadir a los veteranos de que "este método realmente funciona". Es la misma industria que también crea el mito popular de que la grasa corporal es una "sustancia Cenicienta" que se adueña de la personalidad pero que “se puede controlar con la dieta adecuada y el grado adecuado de fuerza de voluntad”.
Dietas y “métodos” por igual explican la dificultad de perder peso en términos de un concepto llamado "fuerza de voluntad". Los investigadores han luchado largo y duro con la cuestión de lo que distingue a la ciencia de los vendedores de feria.
Muchos especialistas han identificado un elemento crucial que influye en el pronóstico de la conducta de dieta, que definen como "preparación emocional". Este concepto propone que, para que la dieta tenga éxito, uno tiene que prepararse para un "entrenamiento", de la misma manera que uno entrenaría en otros proyectos como escalar una montaña o estudiar para un examen.
Preguntas y sensatez
Algunas de las preguntas más frecuentes con las que se enfrentan los especialistas en su trabajo diario, son: ¿Necesito bajar de peso? ¿Cuánto cuesta? ¿Qué problemas de salud podría desarrollar si no pierdo peso? ¿Cuáles son mis opciones para las dietas? ¿Cuáles son los riesgos y beneficios de estas dietas? ¿Cuánto tiempo me llevará perder el peso? Realmente, hay otras preguntas que el paciente debería formularse con antelación. Por ejemplo: ¿Ha elegido una forma de comer con la que pueda vivir a largo plazo? ¿Ha eliminado la comida basura tentadora de su casa? ¿Le has dicho a un amigo o pariente acerca de tus planes? ¿Ha elegido una manera de hacer ejercicio la mayoría de los días de la semana?.
Las reglas para comer adecuadamente y mantenerse en equilibrio dietético son más que evidentes. Simplemente no comer cosas de los paquetes o envolturas. No comer delante de una pantalla o en el transporte o en la calle. No comer de pie, sin cubiertos o de una caja. No comer nada entregado a domicilio o pedido desde el coche a través de una ventanilla o porque se anuncia en televisión. No comer sólo porque estás aburrido y no comer nada que contenga ingredientes que no puedas visualizar. Y también, no comer ni beber nada que tu abuela no hubiera reconocido como comida y bebida.
