Los trastornos alimenticios son enfermedades de salud mental complejas que afectan a millones de personas en todo el mundo y que van más allá de un problema con la comida. Los desórdenes alimentarios son complejos y están influenciados por una variedad de factores, incluyendo la genética, la biología, la psicología y los factores ambientales que pueden tener graves consecuencias para quienes los padecen. Reconocer y entender los trastornos alimenticios es fundamental para solicitar apoyo y el tratamiento adecuados de los profesionales capacitados, para ayudar a estas personas.
El atracón esta definido en la clasificación del Manual de Desordenes Mentales en su quinta edición (DSM-5) como un trastorno de la conducta alimentaria y de ingestión de alimentos, siendo considerado el más frecuente en la población obesa.
El trastorno por atracón alimentario puede tener un impacto negativo en la salud física y mental de una persona y es importante buscar tratamiento con un especialista en estas conductas.
Comer emocionalmente es un hábito que responde a un problema complejo, pero que se puede cambiar. Ya sea por estrés, ansiedad, tristeza, aburrimiento o dolor, es comprensible recurrir a la comida como solución ante los problemas, aunque temporal, a nuestro malestar. El acto de comer desencadena una cascada de sensaciones placenteras que hacen que sea más fácil olvidarse de las experiencias emocionales incómodas.
El Centro Integral de Nutrición Islas Baleares (CINIB) cuenta con un equipo de profesionales en Mallorca formado por nutricionistas, médicos endocrinos y psicólogos que está especializado en el manejo de la alimentación emocional. Por eso, se insiste en que la batalla al hambre emocional se puede ganar siguiendo 3 estrategias que permitan tomar el control de las emociones y gestionarlas de manera más adaptativa con la ayuda del especialista en psiconutrición.
El sobrepeso y la obesidad no sólo representan un problema estético, sino que también duplican el riesgo de padecer alteraciones del comportamiento y disfunciones sexuales: las personas obesas son 25 veces más propensas a reportar problemas sexuales que aquellas que tienen un peso normal.
El estrés y la ansiedad diaria pueden producir una sensibilización crónica en las áreas subcorticales que se encuentran en la base del impulso de la comida. Por otro lado, las áreas relacionadas con la producción de la dopamina se vuelven hiperreactivas, tanto a causa de la ansiedad, como a los estímulos relacionados con a comida o a la comida misma. De esta forma, nos volvemos más susceptibles a sentir ansia hacia la comida y desencadena una conducta de ingesta excesiva. Diferentes estudios han revelado que las personas que realizan dietas de forma crónica se sobrealimentan especialmente durante situaciones evocadoras de ansiedad.
Cuando operamos a una persona por obesidad es porque ha decidido dar el paso definitivo que le conducirá a un cambio drástico en su vida. Esta decisión no es fácil y en ocasiones no cuenta con el respaldo de sus familiares y conocidos, porque desconocen cual es el mejor tratamiento en la obesidad cuando no se ha podido conseguir reducción de peso con dietas u otros procedimientos no invasivos.
En una de nuestras entradas pasadas en nuestro blog hablamos sobre el hedonismo en la alimentación y como éste contribuye a generarnos una sensación de placer. La búsqueda del placer a través de los alimentos nos ha convertido en uno de los blancos de las empresas alimentarias para aumentar su cuenta de resultados.
El hedonismo es una doctrina de la filosofía que considera al placer como la finalidad o el objetivo de la vida. Los hedonistas, por lo tanto, viven para disfrutar de los placeres, intentando evitar el dolor.
El hambre hedonista es la que se refiere a la ingesta de comida por placer y no por necesidad y que activa una parte del cerebro distinta a la que activa el hambre fisiológica para generar una sensación intensa de placer. Esta sensación estaría provocada por la ingesta de productos ricos en calorías y es la misma que provoca algunas drogas o comportamientos compulsivos.
Los expertos reclaman reforzar el abordaje psicológico de los pacientes de cirugía bariátrica con más especialistas y un seguimiento intensivo tras el postoperatorio. “Las horas que tenemos de psicólogos son a cuentagotas.
La cirugía bariátrica es una terapia de éxito contra la obesidad, pero en algunos pacientes falla y vuelven a engordar. Los expertos apuntan a factores emocionales.
Ana Soteras - Comer compulsivamente cuando sufrimos ansiedad; compensar la tristeza con dulces; asaltar el frigorífico y darnos un atracón…Conductas emocionales que influyen en el sobrepeso y la obesidad. Una dieta no es suficiente para bajar de peso si no se tratan también las emociones.
Aprender a escuchar las señales de apetito y saciedad que manda el cuerpo es clave para elegir los mejores alimentos, controlar las raciones y gozar de la máxima libertad a la hora de comer.
Ana Soteras - Crisis de pareja, estrés laboral, inseguridad social, falta de autoestima… problemas de la vida cotidiana que en menor o mayor grado nos desequilibran al hacernos sentir emociones negativas.
DANIEL VÁZQUEZ SALLÉS - Los productos alimenticios que los expertos recomiendan para hacer frente a bajos estados de ánimo o depresiones, están directamente relacionados con el organismo.
Existen muchas razones que nos pueden llevar a ingerir más alimento de los que necesita, aún conociendo sobradamente que el comer alimentos calóricos no “adecuados” es un comportamiento inadecuado y que acabará, antes o después, en un sobrepeso o una obesidad que conducirá a la aparición de enfermedad y perjudica nuestra salud y la estética personal.
Cuando hablamos de la asociación de los térmicos obesidad y depresión hay 332.000 resultados en Google y si los términos utilizados son sobrepeso y depresión 534.000. Esta asociación de términos se ha visto reflejada en diferentes estudios científicos. Se encontró que en efecto, hay mayores niveles de depresión en mujeres con sobrepeso u obesidad que en hombres.
El trastorno del comedor nocturno es un patrón de ingesta de predominio vespertino/nocturno, que altera el ciclo normal de sueño. Su cuadro característico es el de un paciente que ingiere una importante cantidad de las calorías del día después de la última comida, con despertar durante la noche (insomnio) y posterior falta de apetito matinal.
La obesidad es una enfermedad multifactorial que se presenta como un síndrome conformado por diversos factores etiopatogénicos e individuales que incluyen la herencia genética, el sedentarismo, la sobrealimentación y las disfunciones metabólicas. Hasta hace poco tiempo no se han tenido en cuenta los aspectos psicosociales que concurren en los pacientes con exceso de peso. Actualmente la valoración psicológica, aunque no bien reconocida como parte del tratamiento, la consideramos un pilar fundamental en el enfoque terapéutico de la obesidad.
Hoy entrevistamos a Maria Carrera, colaboradora del CINIB-Centro Integral de Nutrición Islas Baleares para que nos de su opinión sobre las Unidades de Trastornos Alimentarios.
Las Unidades de Trastornos Alimentarios (UTCAs) son recursos especializados para pacientes con Anorexia o Bulimia Nerviosas. Estas unidades, nacen como apoyo a tratamiento posibles, a las que se recurre cuando el resto ha fracasado.