La relación entre la percepción de la cantidad de alimentos consumidos y las personas con sobrepeso u obesidad puede ser compleja y en ocasiones incluso infraestimada.
En muchas ocasiones, la sobreingesta habitual de alimentos no se reconoce hasta que la persona no ha pasado por una intervención y puede observar, por ella misma, a sus familiares y comensales en la misma mesa la cantidad de la ingesta consumida.
Existen razones por las cuales las personas obesas pueden infravalorar la cantidad de alimentos que consumen en su rutina diaria, asumiendola como su normalidad: a) porciones rutinarias inadecuadas, b) situaciones emocionales que inducen algún tipo de transgresión alimenticia , c) ambientes culturales y familiares con eventos sociales centrados en las comidas, d) la publicidad como elemento favorecedor de la sobreingesta con porciones XL.
En primer lugar, ciertas personas pueden tener dificultades para evaluar con precisión la cantidad de alimentos que consumen. Esto puede deberse a factores como la falta de conciencia de las porciones adecuadas, la distracción durante las comidas, o la rapidez con la que se come, lo que dificulta la percepción real de la cantidad ingerida.
Algunas personas pueden subestimar su consumo de alimentos como resultado de emociones como la ansiedad, el estrés o la depresión. Las emociones y factores psicológicos pueden inducir a atracones o picoteos nocturnos que dificultan la percepción del global de los alimentos consumidos.
El entorno familiar y cultural puede tener un impacto en los hábitos alimentarios. En algunos casos, las personas pueden haber desarrollado patrones alimentarios que fomentan la ingesta excesiva de alimentos, y esto puede afectar su capacidad para evaluar adecuadamente la cantidad de alimentos que consumen.
La publicidad y la presentación de los alimentos pueden influir en la percepción de las porciones adecuadas. Los tamaños de las porciones en la publicidad y en los restaurantes a menudo son mayores de lo necesario, lo que puede contribuir a una percepción distorsionada de lo que constituye una cantidad adecuada de alimentos. Además, los anuncios publicitarios de alimentos están diseñados para provocar antojos intensos sobre el consumo de los alimentos promocionados y potenciar el deseo de consumirlos
Es importante destacar que la relación entre la cantidad de alimentos consumida y el sobrepeso o la obesidad puede variar entre individuos estando influida por otros aspectos físicos, psicológicos, sociales o culturales.
