Las artroplastias de cadera han tenido un gran éxito durante más de 30 años. Millones de personas que han sufrido dolor de cadera y artrosis han experimentado alivio y recuperado movilidad gracias a la artroplastia total de cadera.
Los resultados individuales dependerán de sus circunstancias personales y la recuperación llevará tiempo. La duración de la prótesis de cadera dependerá de muchos factores y cada persona es única.
Las complicaciones graves, como infección de la articulación de cadera, se producen en aproximadamente el 1% de los pacientes.
Un reciente meta-análisis pone de manifiesto que la obesidad aumenta el riesgo de infección al implantarse una prótesis total de cadera. Cuando el IMC ya es superior a 30 (obesidad grado I)
Por ello la primera medida de tratamiento ante una indicación de intervención de prótesis de cadera es la pérdida de peso. La gran pregunta es, ¿Se consigue bajar de peso antes de la cirugía? La respuesta la conocemos todos, en la mayor parte de ocasiones no se consigue esa adecuada pérdida de peso debido a la falta de profesionales específicos para realizar los planes nutricionales adecuados y el obligado sedentario propio del dolor que acompaña a la artrosis de cadera.
Ante la ausencia de pérdida de peso, las preguntas que debemos hacernos son, ¿Debe el paciente asumir el riesgo de multiplicar casi por 4 su riesgo de infección? y ¿Debe exponerse a un postoperatorio complejo que puede conllevar incluso la retirada definitiva del implante que le puede limitar a una silla de ruedas?.
Otras complicaciones que aunque importantes no son tan graves como la infección y que tienen mayor frecuencia en pacientes obesos y/o con sobrepes es la fractura del implante después de la artroplastia total de cadera. Normalmente, se produce por sobrecarga.
En nuestro Centro contemplamos estas opciones y proponemos distintos niveles de tratamiento para permitir pérdidas de peso que hagan más fácil la operación y la recuperación más llevadera.
