Cuando se comienza un tratamiento para la obesidad, es común experimentar una sensación de progreso lento y mantener expectativas pesimistas sobre los resultados. Muchas personas sienten incertidumbre respecto a su capacidad para alcanzar la pérdida de peso pronosticada por los especialistas, lo que dificulta su adaptación a las distintas fases del tratamiento
El porcentaje de pérdida de peso esperado varía según el procedimiento y las características del paciente. Las referencias generales según los tratamientos propuestos son:
1. En la cirugía bariátrica (Bypass gástrico o Gastrectomía vertical)
La pérdida de peso esperada se estima en un 60% - 80% del exceso de peso en los primeros 12 a 18 meses. En términos de peso total, esto equivale a aproximadamente un 25% - 35% del peso inicial.
Por ejemplo, una persona de 120 kg con un peso ideal de 70 kg tiene un exceso de peso de 50 kg. Con la cirugía, podría perder entre 30 y 40 kg en un año.
2. Balón gástrico.
La pérdida de peso esperada se estima en un 10% - 20% del peso total en 6 meses, dependiendo de la adherencia a cambios en la dieta y estilo de vida. En algunos casos, la pérdida puede alcanzar hasta 25% del exceso de peso.
Por ejemplo, una persona de 100 kg podría perder entre 10 y 20 kg en los 6 meses
3. Fármacos para la obesidad
La pérdida de peso tras 6 meses de tratamiento varía según la dosis y la adherencia del paciente, pero los estudios clínicos indican que la pérdida de peso promedio esperada se estima en un 10% - 20% del peso total .
Por ejemplo, una persona de 100 kg podría perder entre 10 y 15 kg en 6 meses. Una persona de 120 kg podría perder entre 12 y 18 kg.
Estos datos estimados de pérdida de peso estan relacionados con los tipos de tratamientos realizados y dependen de múltiples variables por lo que son tan sólo orientativos. De hecho, al inicio del proceso, pocas personas logran visualizar estos resultados que se les han anticipado y suelen mostrarse escépticas hasta que comienzan a ver cambios tangibles. En todos los tipos de tratamientos, la percepción general es que la pérdida de peso es más lenta de lo esperado, lo que puede generar frustración. Sin embargo, esta sensación puede deberse a diferentes factores, tanto fisiológicos como psicológicos.
Los aspectos que influyen en la percepción de la pérdida de peso.
1. Expectativas poco realistas.
A pesar de que los centros especializados establecen objetivos claros y realistas para la pérdida de peso, muchas personas desean resultados rápidos y drásticos. Este deseo suele estar influenciado por casos extremos que se ven en redes sociales, lo que genera una idea poco realista de los tiempos y cantidades de pérdida de peso saludable.
Es importante recordar que una reducción de peso adecuada y sostenible ocurre de manera progresiva, generalmente en un rango de 0.5 a 1 kg por semana. Aceptar este ritmo como parte de un proceso saludable ayuda a mantener la motivación y evitar la frustración.
2. Foco excesivo en la báscula.
El peso no es el único indicador de progreso, pero nuestro cerebro tiende a centrarse en los números de la báscula en lugar de reconocer otros avances importantes. En muchos casos, los primeros signos de éxito aparecen en la reducción de medidas corporales y tallas de ropa, lo que indica una pérdida de grasa visceral incluso antes de que se refleje en el peso total.
3. Adaptación del cuerpo y composición corporal.
Incluso en el contexto de la cirugía de la obesidad, muchas personas sienten que la pérdida de peso es insuficiente. Al inicio, la reducción es rápida, pero luego se ralentiza debido a la adaptación del organismo. Este fenómeno puede generar frustración y la sensación errónea de que el tratamiento ha dejado de ser efectivo.
Además, la incorporación de actividad física puede provocar un aumento de masa muscular mientras se reduce la grasa corporal. Como el músculo pesa más que la grasa, la báscula puede no reflejar cambios drásticos, aunque el cuerpo sí esté mejorando. En estos casos, la percepción del progreso debe basarse en la composición corporal y no solo en el peso total.
En definitiva, la pérdida de peso es un proceso progresivo que requiere paciencia y expectativas realistas. Evaluar los resultados más allá de la báscula, reconocer los cambios en la composición corporal y confiar en el plan establecido por los especialistas son claves para mantener la motivación y alcanzar el éxito en el tratamiento.
