La semaglutida se ha asociado con una pérdida de peso sostenida en pacientes con sobrepeso y obesidad. Los mecanismos de acción de la semaglutida son la reduccion del apetito y el aumento de la sensación de saciedad. Esto puede ayudar a los pacientes con sobrepeso u obesidad a reducir su ingesta de alimentos y perder peso. ¿Qué ocurre tras la suspension del tratamiento?
La suspensión del tratamiento con semaglutida puede plantearse por decisión médica cuando se consideran alcanzados los objetivos de tratamiento o por preferencias del paciente tras discutir riesgos y beneficios. Tambien pueden presentarse reacciones adversas que obligen a la retirada inmediata del fármaco.
¿Cuáles son las reacciones adversas que obligan a la suspension del tratamiento?
Sin embargo, en ocasiones, la interrupción el tratamiento debe ser inmediatas por la aparición de efectos secundarios:
- Como la presencia de reacciones alérgicas severas: Dificultad para respirar, hinchazón de cara, labios o garganta.
- La aparición de efectos secundarios persistentes que afectan la calidad de vida. Habitualmente en forma de síntomas gastrointestinales severos: vómitos persistentes, deshidratación, diarrea intensa o estreñimiento grave. Pero también la posible aparición de hipoglucemias severas, especialmente en pacientes con antecedentes de diabetes tipo 2 que usan insulina o sulfonilureas,
- La aparición de dolor abdominal intenso, persistente o recurrente, acompañado de vómitos que requiera asistencia urgente y se diagnostique una pancreatitis aguda.
En estos casos, no puede planificarse la suspensión del tratamiento y debemos tener en cuenta las consecuencias de la suspensión.
Consideraciones para la suspensión de semaglutida tras el éxito en la pérdida de peso. ¿Cómo podemos planificar una suspensión del tratamiento?
Cuando planificamos una suspensión podemos utilizar diferentes estrategias
- Reducción progresiva del fármaco. Si el tratamiento farmacológico se ha mantenido por tiempo prolongado debe valorarse la reducción progresiva del fármaco, disminuyendo la dosis de modo paulatino antes de su retirada definitiva. Esta reducción de dosis previene el aumento repentino del apetito y los posibles efectos rebote asociados.
- Debe proponerse una valoración periódica del peso y de la composición corporal para detectar aumentos de peso tempranos. Es recomendable mantener el seguimiento nutricional y dietético que fue iniciado con la prescripción de la medicación. Tanto las pautas nutricionales como la actividad física regular son fundamentales para mantener el cambio de estilo de vida y la pérdida de peso conseguida, minimizando los efectos rebote.
- Cuando no puede conseguirse la adherencia a las pautas nutricionales y de actividad física deberemos considerar incluir el apoyo psicológico para consolidar los hábitos saludables.
- Evaluar la reaparición de los factores de riesgo metabólico (glucosa, perfil lipídico, presión arterial) estableciendo los tratamientos pertinentes.
¿Cuáles son las consecuencias más habituales de la suspensión de semaglutida?
Las consecuencias habituales de la suspension del tratamiento con semaglutida, son:
Uno de los efectos más comunes es la recuperación parcial o total del peso perdido si no se mantienen hábitos saludables. Diferentes estudios muestran que puede recuperarse hasta el 50-70% del peso perdido durante el primer año tras la suspensión.
- La semaglutida reduce el apetito y el deseo de comer. Si la suspensión del medicamento ha sido brusca, puede aumentar la sensación de hambre y las ganas de ingerir alimentos hipercalóricos.
- Si el paciente recupera peso, las enfermedades relacionadas con la obesidad pueden regresar o empeorar: Diabetes tipo 2 o prediabetes, Hipertensión arterial, Dislipidemia, Apnea del sueño y enfermedad hepática grasa no alcohólica.
4. Impacto Psicológico y Motivacional:
- Frustración o desánimo si el peso se recupera rápidamente.
- Puede generar dependencia psicológica hacia el medicamento si no se refuerzan hábitos saludables.
Cuando se suspende un tratamiento para la obesidad, ya sea debido a la aparición de efectos secundarios, a la ineficacia del tratamiento o a la consecución de los objetivos de pérdida de peso conseguidos, debe incentivarse la adherencia a los profesionales del centro para prevenir la reganancia de peso.