La Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) y su Presidente, consideran una prioridad que las personas con sobrepeso y obesidad busquen asesoramiento profesional para adelgazar con el objetivo de afrontar en las mejores condiciones posibles el esperable repunte de las infecciones por coronavirus (SARS-Cov-2). Los expertos recuerdan que el peso excesivo es uno de los principales factores identificados de mal pronóstico en personas que desarrollan Covid-19. Además, el tejido adiposo podría desempeñar un papel importante en la transmisión de la enfermedad.
Actualmente existen muchas evidencias que indican que la obesidad es un factor de riesgo para hospitalización y de empleo de ventilación mecánica para las personas que han sufrido una infección por el virus de la gripe H1N1. Y en estos momentos se están empezando a generar datos que relacionan también la obesidad con la severidad de la infección por Covid-19 y un peor pronóstico.
El IMC y el peso es significativamente mayor en pacientes con una forma grave de infección por Covid-19. Entre los fallecidos con el virus, el 88.2% de los pacientes tenían un IMC mayor de 25 kg/m2, que es una proporción significativamente mayor que en los supervivientes (18.9%). También se ha observado en algunos estudios que la necesidad de ventilación mecánica se incrementa a medida que se eleva la severidad de la obesidad, siendo los obesos extremos los que presentan más riesgo.
Existe una explicación fisiopatológica que justifica esta estrecha y perniciosa vinculación entre obesidad y Covid-19. La obesidad se asocia con una disminución del volumen de reserva espiratoria y la capacidad funcional del sistema respiratorio. En personas con obesidad abdominal, la función pulmonar se ve aún más comprometida si se encuentran en de cúbito supino (por una disminución de los movimientos del diafragma, lo que dificulta la ventilación). Además, el aumento de las citocinas inflamatorias asociadas con la obesidad puede contribuir al incremento de la morbilidad asociada con la obesidad en las infecciones por Covid-19.
Pero, además, por analogía con otras infecciones respiratorias, se considera que la obesidad puede desempeñar un papel importante en la transmisión de la Covid-19. Por ejemplo, en el caso de la gripe A, la obesidad aumenta la duración de la eliminación del virus (el tejido adiposo puede servir como reservorio).