Tras someterse a una cirugía de bypass gástrico o de otro tipo de puenteo intestinal, las personas son más vulnerables al efecto alcohol, debido a que éste no puede metabolizarse en su fase inicial. El estómago al estar puenteado no puede descomponer el alcohol, con lo que aumenta su absorción y su capacidad tóxica.
El alcohol aporta calorías lo que disminuye la eficacia de la pérdida de peso. Además de las enfermedades propias de una ingestión excesiva de alcohol (hepatopatías, pancreatitis, miocardiopatías...). El alcohol favorece el desarrollo de carencias vitamínicas y de minerales y se fomenta una disminución de la masa ósea.
Una vez ingerido por nuestro organismo, el acohol comienza la primera fase de oxidación en el estómago, mediante la enzima deshidrogenasa, fundamental para realizar la primera fase metabólica evitando que una parte del etanol no entre en la circulación sistémica al degradarse en el estómago.
La importancia de este sistema enzimático depende de la edad, sexo, raza, tiempo de vaciado gástrico, etc., pero se conoce que en los sujetos gastrectomizados o cuando existe un puente o bypass hacia el intestino saltando el estómago, existe mayor riesgo de intoxicación aguda tras la ingestión de etanol, por ello se recomienda un consumo prudente de alcohol en los pacientes sometidos a cirugía bariátrica.