La enfermedad hepática grasa no alcohólica, denominada comúnmente como hígado graso es una enfermedad muy frecuente y que habitualmente no provoca síntomas. De hecho, muchos de nosotros, cuando ya somos adultos, tenemos algún grado de hígado graso “desde siempre” y lo desconocemos hasta nos indican una ecografía por algún motivo diferente.
Esta enfermedad es debida a la infiltración hepática por grasa y, no tiene relación con el consumo de alcohol. En un pequeño grupo de personas ésta infiltración puede tener algún tipo de consecuencia evolucionando a diferentes grados de lesiones hepáticas que van desde la esteatohepatitis hasta la cirrosis.
La prevalencia de hígado graso oscila entre 10-25% de la población occidental, y asciende en la población obesa. Otros factores de riesgo asociados al hígado graso son la obesidad visceral determinada por el aumento del perímetro abdominal (>102 cm en hombres y >88 cm en mujeres), la hiperinsulinemia, la elevación de trigleceridos en sangre y las alteraciones del metabolismo de la glucosa o diabetes mellitus tipo2.
Del mismo modo, el hígado graso se asocia frecuentemente a enfermedades metabólicas:
• Sobrepeso u obesidad.
• Diabetes tipo 2.
• Perfil lipídico alterado, aumento de colesterol o triglicéridos en sangre.
• Hipertensión arterial.
Al ser una enfermedad que no provoca síntomas, es recomendable una evaluación del hígado para detectar su presencia. El diagnóstico de certeza del hígado graso se basa en el conjunto de los estudios complementarios:
• Ecografía abdominal: método más común y no invasivo.
• FibroScan (elastografía): mide grasa y rigidez hepática (fibrosis).
• RMN hepática (menos frecuente): más precisa pero costosa.
• Biopsia hepática (solo en casos dudosos o graves): permite ver grasa, inflamación y fibrosis directamente.
Aunque la realizacion conjunta de éstos estudios es compleja y costosa y dependen de la indicación de los especialistas en enfermedades hepáticas.
¡Cómo podemos evaluar la presencia de grasa en nuestro hígado?
La evaluación inicial requiere como mínimo una analítica de sangre con los parámetros hepáticos y una ecografía abdominal ¿Puede una analítica de sangre confirmar la presencia de hígado graso?
La analítica es útil en la evaluación del hígado graso, aunque no sirve para confirmar el diagnóstico. El acúmulo de grasa en el hígado no siempre se acompaña de alteraciones en los análisis de sangre. Muchas personas tienen las enzimas hepáticas normales y la elevación de las enzimas hepáticas se detecta en aproximadamente en el 20% de los casos.
¿Cuáles son las enzimas hepáticas que debe incluir una analítica?
Todas las determinaciones analíticas deben ser valoradas por personal médico y en el contexto clínico de la persona. Los parámetros que debe incluir estos análisis son:
• Hemograma completo
• (ALT/GPT). Específica del hígado. Elevada en presencia de inflamación.
• (AST/GOT). No es específica del hígado (también se encuentra en músculo y otros tejidos).
• GGT. Su elevación puede indicar consumo de alcohol o enfermedad crónica.
• Fosfatasa alcalina. Elevada en enfermedades colestásicas o infiltrativas.
La obtención de estos parámetros permite determinar el índice FIB4 que puede orientar sobre el grado de fibrosis hepática.
Una analítica normal no descarta la necesidad de realizar una ecografía de abdomen
¿Qué información aporta una ecografía abdominal en el hígado graso?
La ecografía debe interpretarse junto con los datos clínicos y analíticos.
• Es una prueba subjetiva, muy accesible y no invasiva. Por ello es la técnica de imagen más utilizada para detectar hígado graso.
• Detecta acumulación de grasa en el hígado siendo útil para clasificar el grado de esteatosis en leve, moderada o severa.
Los signos ecográficos del hígado graso son bastante característicos y permiten su diagnóstico en la mayoría de los casos. La ecografía visualiza la infiltración grasa con el aumento de la ecogenicidad del órgano haciendo el hígado más brillante e impidiendo que el ultrasonido visualice adecuadamente las estructuras vasculares profundas del órgano. Existen distintas clasificaciones del hígado graso que establecen el grado de infiltracion grasa y clasifican el hígado graso.
¿Cómo puede ayudar un centro de nutricion como CINIB en la mejora del hígado graso?
Un centro especializado en la atencion del sobrepeso y la obesidad contribuye a la mejora de los hábitos alimenticios y por ende en la pérdida de peso. Nuestros tratamientos mejoran el peso favoreciendo la pérdida de grasa visceral lo que contribuye a disminuir la circunferencia de la cintura del abdomen lo que se asocia a la mejora de las enfermedades metabólicas que acompañan al exceso de peso y que estan relacionadas con la presencia del hígado graso.