Manuel Ramos tiene 52 años, vive en Mallorca y es paciente de CINIB. Tras una vida conviviendo con su obesidad, decidió operarse y dar un giro a su vida, pero, ¿por qué no antes? ¿Qué fue lo que le hizo decidirse después de tanto tiempo luchando con su sobrepeso?
La verdad que no quería ver
Durante años, Manuel vivió atrapado en un ciclo de dietas, frustraciones y resignación. Combatía su obesidad, pero sin herramientas ni resultados duraderos. No fue hasta que descubrió la realidad de su enfermedad y las opciones reales que existían, que pudo tomar la decisión que cambiaría su vida.
Desde su juventud, arrastraba un problema de peso que se fue agravando con el paso del tiempo. Lo que al principio parecía algo “normal” o “hereditario” se transformó en algo más serio: dificultades para moverse, ronquidos intensos por la noche, cansancio constante, problemas en las rodillas, tensión alta…
"Durante años pensé que simplemente era así. Que estaba gordo porque no tenía fuerza de voluntad, que lo mío era comer menos y moverme más. No sabía que la obesidad era una enfermedad crónica. Nadie me lo había explicado con claridad".
Como muchas personas, Manuel cayó en la trampa de la desinformación. Creía que si no bajaba de peso era por su culpa. Nunca se había planteado que la obesidad tuviera un origen multifactorial (genético, hormonal, metabólico, emocional) y que existieran tratamientos médicos y quirúrgicos eficaces.
La pieza que faltaba: información
Lo que realmente marcó la diferencia para Manuel fue un día cualquiera, leyendo por casualidad un artículo sobre obesidad en redes sociales. Allí se hablaba de la cirugía bariátrica como una herramienta médica segura y efectiva, especialmente en casos como el suyo. Pero también se explicaba algo que le hizo clic: “La obesidad no es tu culpa, pero sí tu responsabilidad buscar soluciones reales”.
"Esa frase me golpeó. Me di cuenta de que llevaba años enfrentándome a algo sin entenderlo. Que no había fallado yo, sino las estrategias que había usado, y, sobre todo, la falta de información".
A partir de ahí, empezó a investigar. Llegó a CINIB por recomendación de una amiga y, en la primera consulta, todo cambió. Por primera vez, alguien le explicó qué pasaba en su cuerpo, por qué era tan difícil perder peso por su cuenta y qué opciones existían para recuperar su salud.
Una decisión desde el conocimiento
Tras una evaluación completa, el equipo médico de CINIB le propuso la cirugía de la obesidad como parte de un tratamiento integral. Pero lo más importante no fue la operación en sí, sino todo lo que vino antes y después: el acompañamiento psicológico, el asesoramiento nutricional y, sobre todo, el conocimiento.
"Lo que me dio CINIB fue claridad. Me quitaron la culpa y me dieron herramientas. Ahí entendí que no era una batalla de fuerza de voluntad, sino una enfermedad que podía tratarse con ciencia y con ayuda".
Hoy, tras la intervención y varios meses de seguimiento, Manuel ha perdido más de 40 kilos, duerme mejor, tiene más energía y ha recuperado una parte de sí mismo que pensaba perdida. Ya no se esconde, no se culpa y no se resigna.
Entender para poder actuar
Historias como la de Manuel nos recuerdan que muchas personas no actúan porque no saben que hay opciones reales, seguras y eficaces. Que muchas veces no es falta de ganas, sino falta de información.
En CINIB, creemos que el primer paso para cambiar la vida de alguien no es la cirugía: es la información, la escucha y el acompañamiento profesional.
¿Convives con la obesidad y sientes que nada funciona? Quizá solo te falta conocer las alternativas reales. En CINIB estamos para ayudarte, sin juicios y con todas las respuestas. Porque cuando entiendes tu cuerpo, todo cambia.