La cirugía de bypass gástrico puede afectar la forma en que el cuerpo maneja el azúcar en la sangre. Esto puede resultar en fluctuaciones en los niveles de insulina, lo que a su vez puede desencadenar antojos de alimentos dulces.
Tras una cirugía de bypass gástrico para la obesidad, cada persona puede experimentar diferentes reacciones en su alimentación diaria que varían en cambios respecto a sus tomas habituales, intolerancias a ciertos alimentos que normalmente son pasajeras pero pueden tener duración variable en el tiempo.
En las consultas podemos observar que algunas personas nos indican que tienen ansias para comer alimentos dulces. Atendiendo a estos comentarios, en esta ocasión nos referiremos a algunos aspectos relevantes sobre el ansia de comer dulces después de este tipo de cirugías que pueden deberse a varios factores:
1. Cambios en las preferencias alimenticias.
2. La cirugía bariátrica altera el metabolismo de la glucosa y la insulina.
La cirugía bariátrica puede alterar la forma en que el cuerpo maneja la glucosa y la insulina. Esto puede provocar fluctuaciones en los niveles de azúcar en la sangre, lo que a su vez puede aumentar los antojos de alimentos dulces.
Tras un bypass gástrico se suele tener menos apetito y habitualmente las ingestas son más saludables. El sabor dulce se percibe como más intenso y con frecuencia existe menos atracción por estos alimentos dulces. Los estudios de resonancia magnética funcional muestran una reducción en la activación de los centros de recompensa del cerebro ante señales de alimentos de alta energía.
Los pacientes que experimentan síntomas post-ingesta con alimentos dulces y grasos desarrollan conductas aversivas condicionadas hacia los síntomas desencadenantes.
Sin embargo, los alimentos ricos en azúcares, a menudo se asocian a emociones y recompensas. Las hormonas intestinales están elevadas en el bypass gástrico y tienen el potencial de influir en el sistema gustativo y la hedónica alimentaria. Es posible que después de la cirugía, algunas personas pueden recurrir a los dulces como una forma de hacer frente a situaciones emocionales.
3. Malos hábitos alimenticios preexistentes.
Si una persona tenía hábitos alimenticios poco saludables antes de la cirugía, es posible que continúe con esos patrones de comportamiento después del bypass gástrico, especialmente en aquellos casos en los que la cirugía no se acompaña de un adecuado seguimiento psiconutricional por profesionales especializados. En algunos casos, esto puede incluir la atracción hacia alimentos dulces y la ganancia de peso a medio plazo atribuyéndose de modo incorrecto la nueva ganancia de peso al fracaso de la cirugía y no a unos hábitos alimenticios incorrectos.
A pesar de todos estos factores enumerados, la evidencia actual respalda un cambio beneficioso en las conductas alimentarias después de la cirugía de la obesidad que parecen estar causados por los cambios sensoriales y de recompensa del gusto y por la aparición de síntomas postingesta.