Los desafíos que nos planteamos habitualmente al iniciar una dieta van encaminados a identificar y eliminar alimentos que no debemos consumir.
¿ Este alimento es bueno o malo?
Pensar en la comida como si fuera buena o mala es demasiado simplista a la hora de adecuar la alimentación y puede conducir a confusión y a no tomar las mejores decisiones. En lugar de evitar los alimentos malos, intente esto: priorice alimentos que estén mínimamente procesados y varíe mucho, para evitar obsesionarse en consumir exclusivamente un único alimento saludable.
Debemos eliminar ese conjunto restrictivo de reglas mentales que no necesitamos y que asociamos a estar delgados y saludables. No es demasiado tarde para hacer un cambio y establecer una relación más sana, madura y razonable con la comida.
Pero, ¿os habéis planteado que se pueden obtener resultados sin excluir alimentos? Una opción esta centranda en la atención en cómo comemos y no en qué comemos. ¿Cuáles pueden ser los resultados?
1. Comer menor cantidad sin tener la sensación de prohibición o castigo.
2. Evitar molestias digestivas posteriores a la comida.
3. Aprender a analizar cómo se siento al estar "lleno".
4. Eliminar uno de los factores que dificultan el proceso de pérdida de peso.
Utilizar esta herramienta es sin duda, algo que te ayudará en tus esfuerzos de pérdida de peso!! ¿Con qué frecuencia puedes decir eso sobre algo? NO ESPERES A MAÑANA!!