El calor y el cambio de hábitos que se producen durante las vacaciones dificultan la tarea de todo diabético de mantener buenos niveles de glucosa en sangre, por lo que el riesgo de sufrir una hipoglucemia aumenta.
Estos consejos te ayudarán a mantener estas temidas complicaciones a raya.
Para las personas con diabetes, medirse el nivel de glucosa en sangre en verano puede resultar una tarea frustrante. Aunque vigilen estrechamente sus niveles de glucosa objetivo o los carbohidratos que contiene la comida que van a ingerir, los parámetros aparecen misteriosamente más bajos de lo esperado. Esto es debido a que el calor influye de una forma determinante en la absorción de insulina. Ocurre así: el calor provoca que los vasos sanguíneos se dilaten, por lo que absorberán más cantidad de insulina provocando que la glucosa que esta hormona debe movilizar hasta las células donde se almacena no llegue a su destino. Esto produce una disminución de la cantidad de azúcar en la sangre (por debajo de 70 mg/dl). Es lo que se denomina “hipoglucemia”.
Además del calor, existen otros condicionantes que dificultan la tarea de mantener buenos niveles de glucosa en sangre durante el verano. Uno de ellos es el cambio de hábitos diarios que se produce en el estilo de vida de la persona diabética cuando llega el buen tiempo, tanto en alimentación como en actividad física. Sus repercusiones casi nunca son tenidas en cuenta, pero pueden generar serias complicaciones. Imaginemos, por ejemplo, a una persona que durante todo el año ha estado trabajando en una oficina y que, cuando llega el verano, se dedica a practicar senderismo o navegación. Obviamente, no puede basarse en las pautas que ha mantenido durante todo el año para controlar los niveles de glucosa. A veces, deberá realizarse incluso ocho controles diarios.
La modificación de estas pautas será determinada por un profesional médico para que las personas con diabetes puedan viajar y disfrutar de sus vacaciones sin que la patología suponga un impedimento. No obstante, la Federación Española de Diabetes (FEDE) ha lanzado una serie de recomendaciones para que resulte más sencillo lleva a cabo un buen control de la patología y se siga adecuadamente el tratamiento. Según la Federación, “aunque nos vayamos de vacaciones, la diabetes va con nosotros y, por eso, debemos prestarle la misma atención que durante el resto del año”.