La autovaloración que cada individuo realiza de su calidad de vida es una percepción subjetiva, influenciada por su estado de salud y por la capacidad para realizar aquellas actividades importantes en su vida.
La obesidad mórbida es una enfermedad crónica con múltiples consecuencias somáticas, psicológicas y sociales, que repercuten negativamente tanto en la salud como en la calidad de vida del paciente. En la actualidad, la cirugía bariátrica es considerada el tratamiento de elección y más efectivo a largo plazo para pacientes cuidadosamente seleccionados. Tras la intervención se obtiene gran mejoría en parámetros antropométricos, en los factores de riesgo cardiovascular y en la calidad de vida. Las personas con obesidad mórbida ven gravemente afectado su funcionamiento en las actividades de la vida diaria.
La autovaloración que cada individuo realiza de su calidad de vida es una percepción subjetiva, influenciada por su estado de salud y por la capacidad para realizar aquellas actividades importantes en su vida. Los pacientes obesos hacen referencia constantemente a su mala calidad de vida.
En la evaluación de la calidad asistencial hay indicadores de resultados cuantitativos, como son la pérdida de peso y la curación o mejoría de las comorbilidades asociadas
Estos indicadores no son suficientes para valorar la mejora de la calidad de vida percibida ya que no tienen en cuenta indicadores cualitativos cómo la autoestima, la mejora de los niveles de la actividad física o laboral, las relaciones sociales, las relaciones sexuales o los cambios de hábitos alimenticios.
Para evaluar la efectividad de la cirugía bariatrica, ha sido ampliamente utilizado el Score BAROS, que engloba el Test Moorehead-Ardelt donde se reflejan los cambios en la calidad de vida. Este cuestionario clasifica los cambios en las seis dimensiones como: mucho mejor, mejor, igual, peor y mucho peor.
Os propongo completar este cuestionario para reforzar la idea de que la cirugía sigue siendo el tratamiento de elección en la obesidad, también a criterio de los pacientes al mejorar su calidad de vida.
Diferentes trabajos publicados, indican la mejora de los indicadores tras la cirugía. La mayor ganancia hace referencia a la autoestima, seguido de relaciones sociales, bienestar físico y el desempeño laboral, siendo los parámetros que hacen referencia a la sexualidad los que mejoran en menor intensidad.
A partir de los cinco años de seguimiento los indicadores de actividad física y hábitos de alimentación, incluso por encima de los éxitos iniciales, siendo las relaciones sexuales y la autoestima lo que más desciende con respecto a los dos primeros años.
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